Conforme
nos acercamos al fin del año las reformas
al IVA se acercan más y más a un callejón
sin salida, tal como paso anteriormente con los
impuestos suntuarios, un callejón dominado
por el costo político, la estrategia de hacienda
y la imagen de Fox.
El
PRD propone proteger a la sociedad y cargar más
los impuestos en los super lujos, el PAN con una
propuesta de gravar alimentos y medicinas con el
10% y el PRI, con una propuesta aparentemente de
la autoría de Hacienda y promovida por Elba
Esther que propone gravar alimentos y medicinas
con un impuesto a la intermediación, comercialización
e importación (IPI), pero que finalmente
se reflejaría en un incremento de precios
y que además podría agudizar las divisiones
al interior del partido.
Las
recaudaciones del ISR y el IVA son la principal
fuente de ingresos del gobierno por la vía
de impuestos, el ISR solo se aplica a los asalariados
(que curiosamente cada vez son menos y con sueldos
más reducidos, mientras que la economía
informal es cada vez mayor).
El IVA de aprobarse la reforma se aplicaría
a todos al momento de comprar, alimentos, medicinas,
libros, etc.